Levántese de la cama y realice su rutina matutina diaria: bañarse, vestirse, perfumarse, desayunar, lavarse los dientes…
Ponga la mano en el picaporte de la puerta cuando considere que está listo para salir. Asegúrese primero de revisar sus bolsillos para verificar que no olvida algo.
Con la puerta totalmente abierta, respire profundamente el aire matutino contaminado. Exhale y…
… hágase a la idea que es imposible no volverse loco en la ciudad.